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martes, 18 de mayo de 2010

Evitar el estrés y mantener una dieta saludable, clave para pacientes con colitis ulcerosa o Crohn, según expertos.

Expertos del Instituto Europeo de Biomedicina (IEB) recomiendan a los pacientes con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa que traten de evitar el estrés y el consumo de determinados alimentos proinflamatorios como carnes rojas, leche de vaca, harinas refinadas, azúcares sencillos y grasas 'trans', para así reducir la aparición de crisis.

Según asegura este grupo de expertos, con motivo del Día Mundial de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII) que se celebra el próximo 27 mayo, el 25 por ciento de los nuevos casos de colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn diagnosticados en los hospitales corresponden a menores de 18 años y, para su tratamiento, proponen una modificación de la dieta habitual ya que "apalea los procesos inflamatorios de cualquier clase y ayuda a reducir el consumo de fármacos".

"Las dietas antiinflamatorias o restrictivas tienen un papel central ya que se puede influir de forma positiva en la evolución de los procesos, disminuyen las crisis y mejora el estado nutricional del enfermo", explica José Francisco Tinao, director médico del IEB, subrayando también la importancia de los programas de detoxificación, que facilitan el trabajo del hígado y la eliminación de compuestos tóxicos.

De este modo, las fibras solubles, que se encuentran en las manzanas, las nueces y la avena, reducen los procesos inflamatorios y fortalecen el sistema inmunitario. Esta especie de fibras, además de captar agua, son capaces de disminuir y hacer más lenta la absorción de grasas y azucares de los alimentos, por lo que ayudan a regular los niveles de colesterol y de glucosa en sangre.

Igualmente, proponen que el menú antiinflamatorio se base, por un lado, en la eliminación de alimentos proinflamatorios como carnes rojas, leche de vaca, harinas refinadas, azúcares sencillos y grasas 'trans', estos últimos presentes en 'snacks' y aperitivos salados, productos precocinados, galletas, margarinas y bollería industrial.

La dieta de estos pacientes requiere en cambio aumentar el consumo de alimentos ricos en ácidos omega 3, que no se producen internamente en el organismo y se encuentran especialmente en el pescado azul y en las nueces, ya que "gracias a su aporte, mejora el rendimiento del organismo y se reduce la inflamación".

Además, en el menú han de prevalecer, según Tinao, las verduras y cereales complejos, las semillas sin tostar y las carnes blancas, preparando todo este menú bien a la plancha, al vapor o al horno.

Y es que cuando surge una crisis, con síntomas que varían desde la falta de apetito, cansancio, fiebre o dolor abdominal, "independientemente de la dieta que se siga, empiezan imparables diarreas que irritan el intestino y debilitan el sistema inmune", explica el IEB en un comunicado.

AFECTA A DIRECTIVOS O PERSONAS "BAJO PRESIÓN"

Por otro lado, Tinao y su equipo aseguran que el papel del estrés es "incuestionable" en la evolución de ambas patologías, como demuestra que entre los afectados "a menudo se encuentran directivos o personas que generalmente trabajan bajo presión".

Esto se debe a que las situaciones de extrema tensión inciden sobre el sistema nervioso y repercuten en la función del tubo digestivo, de ahí que sea necesario utilizar técnicas mente-cuerpo para que los pacientes sean capaces de "gestionar su estrés, así como lograr que fases de descanso o el sueño sean reparadores", afirma José Francisco Tinao, director médico del IEB.

Para ello, Tinao reconoce que programas de visualización, relajación o la realización de técnicas de coherencia cardiaca, resultan muy útiles para abordar el problema "sin tener que recurrir al uso de tranquilizantes o medicamentos con efectos secundarios".

Las diarreas serosanguinolentas suelen predominar en la colitis ulcerosa, y el dolor abdominal en Crohn, pero los síntomas y signos se solapan junto a otras expresiones clínicas que pueden ser también extraintestinales. En la evolución de ambas enfermedades surgen complicaciones como perforaciones, hemorragias y obstrucciones intestinales que a menudo conducen el enfermo al quirófano y, en algunos casos, podría presentarse una desnutrición global o deficiencias de nutrientes esenciales.

El mayor enemigo de la enfermedad de Crohn es el tabaco.

De "revolucionario" calificó ayer el doctor Manuel Barreiro de Acosta el desarrollo de nuevos fármacos para tratar la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. El especialista de Aparato Digestivo del hospital Clínico de Santiago aseguró que con las terapias biológicas (de uso exclusivo hospitalario) "se han logrado disminuir en un 30% los ingresos hospitalarios, además de producir una gran mejoría en la calidad de vida de los pacientes".

El experto habló ayer sobre Todo lo que usted debe saber sobre la Enfermedad Inflamatoria Intestinal: Enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa en una nueva cita del ciclo de conferencias Salud con Salud, organizado por la Fundación para la Investigación de Enfermedades del Aparato Digestivo, y que volvió a dejar pequeño el salón de actos del hotel Araguaney.

En la conferencia, que estuvo moderada por el escritor Alfredo Conde, el doctor Barreiro insistió en la necesidad de que los afectados "no abandonen el tratamiento, aunque no estén sufriendo brotes", y también en no fumar, "porque el tabaco es el gran enemigo del Crohn".

Echó por tierra falso mitos sobre estos males intestinales, como no poder tomar leche o que las afectadas no deban tener hijos. Sí incidió en que "sería conveniente planificar el embarazo para que todo salga bien".

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